martes, 16 de septiembre de 2008

Suspensión de tobillos

Mi posición favorita para servir al sadismo de mi Ama es la inmovilización con silla de la reina (sentada en mi cara). Es muy íntima, puedo sentir su placer, ella puede sentir mi dolor y mi entrega, y en cualquier momento puede controlar mi respiración con todo lo que ello implica.

Sin embargo, descubrí en su día que existe otra posición donde el esclavo puede servir a su Ama con mayor entrega: la suspensión por los tobillos con las piernas abiertas. En esta actitud, y con cualquier ligadura de manos, la víctima queda totalmente indefensa ante los deseos de su propietaria. Transcurridos unos minutos, a menos que uno tenga abdominales de levantador de pesas, es incluso imposible moverse. Así entregado, el Ama tiene acceso libre a cualquier parte del cuerpo del esclavo que desee utilizar, como desee hacerlo, sin defensa ni limitación posible: exactamente la clase de servicio que todo esclavo está obligado a ofrecer y toda sádica debe exigir.

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