En el mundo sólo hay dos emociones verdaderas: el dolor y el terror.
Todas las demás emociones (el amor, el odio, la alegría, la tristeza, la pena, la compasión, la sumisión, la amistad...) se pueden simular, matizar, adaptar a las circunstancias. Engañar.
El dolor, no. Es imposible engañar cuando la carne atormentada se retuerce y se abre en oleadas abrasadoras que explotan en aullidos sinceros, auténticos, a través de la mordaza.
El terror, tampoco. Es imposible engañar cuando, desnudo e indefenso, comprendes que tus miembros más queridos y tu mismo ser están siendo macerados por otra persona, sobre la que no tienes ningún control.
Quien te ofrece su dolor y su terror, te está ofreciendo lo más auténtico, lo más profundo, lo más verdadero que tiene. Tómalo y exprímelo hasta las últimas consecuencias, pues nunca tendrás otras oportunidades parecidas de saber si alguien es totalmente sincero en tu amor y devoción por ti.
Quien permanece contigo después de someterlo durante horas y días a los peores tormentos y llevarlo a los límites de la locura, es que verdaderamente te ama, es que verdaderamente está dispuesto a apostar por ti.
Nunca jamás podrás estar tan segura de algo.
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2 comentarios:
Enhorabuena por crear este espacio tan personal y auténtico. Me he quedado mmmmmm!!! encantada con tus dos primeras entradas, y una vez más pienso: No estamos solos en esto, y sí...creo que existe esa Diosa para ti en algún lugar, puedes estar seguro.
Gracias...de una nueva lectora, y mucho ánimo para continuar.
Estimada Lady SM: muchas gracias por sus amables palabras. Como tiene el perfil desactivado y no puedo ver cuál es su blog, le tengo que escribir aquí. :)
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